Las siete finales del Sub 20: Messi, Maradona, Pekerman y Menotti cuentan nuestra historia

Una vez más, la selección argentina se encuentra al borde de la gloria. Esta noche, a las 20 horas, se enfrentará a Marruecos en busca de su séptimo título en la historia de los Mundiales Sub 20. Desde su inicio en 1977, Argentina ha sido la reina indiscutible de esta categoría, alzando la copa en seis de las siete finales disputadas. Grandes nombres como Diego Maradona y Ramón Díaz han dejado su huella en esta historia y continúan siendo recordados por su magia y conexión en el campo de juego.

El primer gran triunfo tuvo lugar en Japón 1979. Ese equipo, bajo la dirección de César Luis Menotti, no solo representó un estilo de juego, sino que se convirtió en un símbolo de la identidad futbolística argentina, profundizando las raíces de cada potrero del país. Menotti, visionario y detallista, descubrió en un entrenamiento a un joven de River, Ramón Díaz, al que adelantó en el campo, transformándolo en un centro delantero letal junto al enigmático Diego Maradona, quien se hizo cargo del mítico número 10. Esa dupla, inolvidable y explosiva, es recordada por su sinfonía perfecta en cada partido, aunque el tiempo desgastó tanto la amistad como la sociedad futbolística que habían construido.

Durante la primera fase, Argentina se convirtió en un auténtico ciclón: venció a Indonesia 5-0 (Díaz 3 – Maradona 2), a Yugoslavia 1-0 y a Polonia 4-1, antes de arrasar a Argelia 5-0 en cuartos de final. En la semifinal, el rival fue Uruguay, donde el imparable Rubén Paz asomaba como una de sus estrellas. Tras un primer tiempo equilibrado, el fuego de Díaz y Maradona garantizaron el acceso a la final.

El esperado enfrentamiento contra la Unión Soviética se llevó a cabo el 7 de septiembre. A la mañana nos unimos en el rito de la expectativa, sintonizando ATC. Ponomarev hizo temer, pero la magia del toque argentino se encargó de disipar los miedos, y Argentina se impuso 3-1 con goles de Hugo Alves de penal, Ramón Díaz y Diego Maradona, quien fue nombrado mejor jugador del torneo.

La alineación destacada incluía a: Sergio García, Abelardo Carabelli, Juan Simón, Rubén Rossi, Hugo Alves, Juan Barbas, Osvaldo Rinaldi, Diego Maradona, Osvaldo Escudero, Ramón Díaz, Gabriel Calderón. El plantel se completó con Rafael Seria, Marcelo Bachino, Jorge Piaggio, Juan José Meza, Daniel Sperandío, José Luis Lanao y Alfredo Torres.

Con un par de finales en tres mundiales, Argentina había dejado una marca formidable. Pero los altibajos pronto las llevarían a un letargo de más de una década. En las ediciones de Unión Soviética ’85 y Chile ’87, no lograron la clasificación, y regresarían en Arabia Saudita ’89, donde se fueron despidiendo con una floja actuación, acabando eliminados. El año de Portugal 1991 quedó grabado a fuego en la memoria, no solo por el pobre desempeño, sino por un escándalo que llevó a la selección a ser suspendida por la FIFA, dejándola fuera de la competición en Australia ’93.

Esta situación llevó a Julio Grondona a perseguir su viejo anhelo: separar las selecciones mayor y juvenil. Tras el Mundial de ’94, la AFA organizó un concurso que llevó al nombramiento de José Pekerman, un técnico con un historial destacado en Argentinos Juniors. Fue una elección que cambiaría el rumbo del fútbol juvenil en Argentina.

Pekerman asumió con la mística, la dedicación y el perfil bajo que lo caracterizaban. Su primera meta fue llevar a Argentina al Mundial de Qatar ’95. Aunque sin ser favoritos, el equipo se presentó con determinación: ganó la fase inicial, avanzando con un empujón memorable al vencer a Camerún en cuartos de final y a España en semifinales por 3-0. La ilusión culminó en la final del 28 de abril contra Brasil, donde Argentina se coronó campeón nuevamente.

El equipo destacado para esos momentos gloriosos estaba conformado por Joaquín Irigoytía; Gustavo Lombardi, Sebastián Pena, Juan Pablo Sorín, Federico Domínguez; Guillermo Larrosa, Mariano Juan, Ariel Ibagaza, Walter Coyette; Leonardo Biagini, Cristian Chaparro. El plantel se completó con Gastón Pezzuti, Diego Crosa, Cristian Díaz, Julio Bayón, Andrés Garrone, Germán Arangio y Francisco Guerrero.

El camino continuó bajo la dirección de Pekerman, quien cimentó su legado aunque en Nigeria ’99 el recorrido se vio truncado por una dolorosa derrota ante México. Sin embargo, su estrella brillaría de nuevo en 2001, al consagrar a Argentina como la mejor del mundo al ganar todos los partidos del torneo, incluido un impresionante triunfo ante Brasil.

De nuevo la historia se repetía: tras arrollar a los rivales, Argentina se coronó campeona en Camino a Países Bajos 2005 con un jovencísimo Lionel Messi brillando en el conjunto. La narrativa de gloria y desdicha prosiguió hasta que, en 2007, Hugo Tocalli dirigió el último triunfo hasta la fecha, reafirmando la capacidad de Argentina en el ámbito juvenil.

Hoy, tras 18 años, el legado de estas victorias resuena en la nueva generación dirigida por Diego Placente. Estos chicos aún tienen la oportunidad de soñar con el mismo esplendor que sus antepasados. Esto es más que un juego; es una herencia que sigue viva.